¿Eurochiqui?

Me pasa por no ver la tele.
Estamos a primeros de marzo y yo voy y me entero a finales de esta misma semana del fenómeno Chiqui-chiqui. Pues eso, que eso me pasa por no ver la tele, pero oye, casi mejor así, porque cada vez que la enciendo me topo con un montón de jóvenes jugando a una consola encerrados en una casa, con tertulianos a los que por mas que me esfuerce no les entiendo mas de la mitad de lo que dicen porque lo dicen todos a la vez, con dibujos animados en los que mascotas digitales se megatransforman mediante un teléfono móvil de pulsera, con un grupo de supuestamente famosos peleándose por medio coco en mitad de una playa paradisíaca o con la programación estrella de todas las cadenas: la publicidad.

Como echo de menos los programas de antaño de Nieves Herrero, los concursos a lo “1, 2, 3: responda otra vez”, “La bola de Cristal” o los “Erase una vez… (la vida, el cuerpo humano, la tierra, el espacio…)”. Menos mal que aun quedan “Los Simpson”, el Arguiñano y el “Pasa Palabra” para darle un poco de dignidad a la caja tonta.

Hablábamos de programación de antaño (como por ejemplo Eurovisión), de dignidad en la TV, y del fenómeno Chiqui-chiquí, ¿No? Pues ya la hemos liao.

Probablemente los culpables sean los propios señores de Eurovisión, o tal vez el sistema de votación sacadinero donde ya no vota un jurado, sino los espectadores de toda Europa, o tal vez los organizadores de cada país, escogiendo mal a quien mandan para representarlos, pero lo que está claro es que el festival ha decaído hasta un punto alarmante.

Tampoco es que sea una gala que me haya gustado demasiado nunca, pero recuerdo los momentos en familia cuando yo era pequeño mirando las votaciones e intentando calcular cuantos puntos nos iba a dar Irlanda y cuantos los franceses; o ya de mas mayor, cuando en mitad de las votaciones sonaba el interfono y me esperaban abajo los colegas para ir de marcha y cuando bajaba me preguntaban: “Llevábamos 54 puntos, ¿Cuántos nos han dado los alemanes?” y yo les contestaba “Creo que 6 pero no estoy seguro, es que estaba poniéndome los zapatos. Es igual, mañana nos enteramos”.

Pero hoy en día, entre triunfitos, vedettes de género incierto y monstruos con chupa de cuero, desde luego, ya no es lo mismo, y hay países, como Italia, que han abandonado el concurso definitivamente.

El caso es que este año los de TVE prepararon una web en Myspace donde pudieran presentarse los aspirantes y donde los españolitos pudiésemos votar quién va a ir a la gala quincuagésimotercera en Belgrado. 532 fueron los artistas o proyectos de artistas que se presentaron y muchos mas los que han votado y seguirán haciéndolo, certificando que el sistema ha sido un acierto, o simplemente que es nuestro país lo que no está demasiado acertado en éstas cosas y es que, en lo que a votar se refiere, los españoles somos la ostia.

Aprovechando dicho sistema de presentación de aspirantes, el señor Buenafuente, o como aquí lo conocemos de toda la vida: l’Andreu, y su productora prepararon a uno de sus personajes de caracterización a primera vista ridícula, inocente y facilona pero que detrás siempre tiene un toque de acusación y ridiculización a algo en concreto, como el famoso personaje de “el Neng”, en su día, que comenzó siendo una burla a toda la movida bakala parodiando sus tópicos para que los que saben mirar mas allá del disfraz pudieran asentir con la cabeza reconociendo lo que ven cada día en el parque de detrás de su casa o en los bancos de la entrada al centro comercial, y que, irónicamente, acabó siendo un icono precisamente para éste colectivo, siendo la estrella invitada en convenciones tunning o actuando en farmacodiscotecas, perdón, quise decir macrodiscotecas.

Pues el personaje en cuestión que confeccionaron, en esta ocasión interpretado por el actor David Fernández, artífice de otros personajes como “El gilipollas”, es un supuesto cantautor de profuso tupé y guitarra rosa de plástico llamado “Rodolfo Chiquilicuatre”. Éste personaje se creó para un sketch en el que se jactaba de haber inventado la guitarra con vibrador incorporado, pero lo retomaron para apuntarlo entre los aspirantes a Eurovisión, y vaya si lo hicieron. Está cosechando un éxito que creo que ni la productora de Buenafuente esperaba, y el personaje ya tiene su propio blog. Rodolfo interpreta el tema reaggeton “Baila el chiqui-chiqui”, cuya música está supuestamente compuesta por Pedro Guerra y su letra escrita por Santiago Segura.

Aquí os dejo el video del tema en cuestión en el momento en que lo presentó en el programa de Buenafuente.

Pocas cosas hacen Buenafuente y sus chicos que no tengan un porqué, y esto está claro que lo tiene, lo que no sabemos es exactamente cual es. Podría ser algo parecido a lo que se hizo con “El Neng” pero en ésta ocasión parodiando a la movida reaggetoniana que nos ha invadido en los últimos años, pero si fuera eso no hubiera sido necesario colocarlo entre los aspirantes a representar a España en Eurovisión, con lo cual el porqué va más allá. Es posible que quieran ridiculizar la selección de los últimos años que ha hecho nuestro país en un intento de hacer algo en el concurso o que quieran denunciar de este modo el sistema de elección de este año. Es posible que el objetivo sea reírse de la gala en sí, tan deteriorada ya, o simplemente demostrar cual es el criterio de los españoles, insatisfechos con los últimos resultados, a la hora de seleccionar un artista.

También podría haber sido una simple broma pero todo indica que sus aspiraciones son llegar a representarnos en Belgrado, y así lo está queriendo el público hasta el momento, ya que ha quedado primero en las votaciones, que ya han terminado, con 109.995 votos contra los 67.706 del segundo, “La Casa Azul” y los 63.460 del tercero, “Arkaiz”.

La verdad es que la mayoría de las canciones que he escuchado de las que se han presentado no valen mucho… pero aun así, si los artistas que las representan llevan tiempo en la música y querían utilizar esto para darse un empujón en su carrera, deben de estar un poco quemados al ver que la gente vota a un individuo que canta “perrea, perrea” muchísimo mas que a ellos. Pero, ¿que le vamos a hacer? Nadie dijo que la vida del espectáculo no fuera dura.

Como he dicho, las votaciones han terminado y ahora solo falta que los jueces “expertos” escojan al que nos representará entre los 10 que competirán, que serán los 5 mas votados de Myspace y los 5 que TVE ha escogido basándose en su criterio musical. Dicha competición tendrá lugar en un programa especial en “La 1” el próximo 8 de Marzo a las 22:30h. No queda del todo claro si la elección final será de estos jueces o simplemente estarán como “filtro”, ya que por lo visto el público podrá votar durante el programa, pero si de unos jueces depende, dudo que el amigo “Rodolfo Chiquilicuatre” pueda ir a Belgrado, ya que, entre otras cosas, los requisitos para poder ser elegido son que en la letra no se hable de política (en su canción nombra a Rajoy, a Zapatero y a Chaves y hace mención al “¿porque no te callas?” del rey) y que la canción dure como mínimo 3 minutos (“El chiqui-chiqui” dura minuto y pico). Aunque ojo con esto, porque en una entrevista que “Rodolfo” concedió al periódico “El Mundo” dijo: “Mi sobrino está preparando una versión nueva sin políticos, dice que le decepcionaron mucho en el debate”. Y yo me juego lo que sea a que además dura mas de 3 minutos ;)

El caso es que si llegara a ir a Eurovisión, independientemente del éxito que tenga, la gala renovará su interés en nuestro país, ya que estoy seguro de que muchísima gente la verá aunque solo sea por ver la reacción del resto de Europa o por ver qué descerebrado nos da los 12 puntos.

Yo por mi parte, si gana el sábado que viene y al final va a Eurovisión, me comprometo a poner el tema en La Morada de La Oveja Negra como mínimo durante 2 días (espero no arrepentirme).

Parece una locura pero si fuera tendría posibilidades, ya que últimamente en Eurovisión no se valora demasiado la calidad musical y sí el espectáculo, y no me digáis que el personaje no es un espectáculo andante… Pero pase lo que pase, a lo que casi seguro apunta es a canción del verano junto al “Jonathan” de los “Kamelo Punto Semos”, a los que, por cierto, me hubiese yo llevado de buena gana a Eurovisión, ya puestos.

Veremos (o no) que pasa.